Etapa 1:
Identificar a la posible víctima. A pesar de que los pedófilos son diferentes en
términos de edad, apariencia y género, todos buscarán una víctima que sea
vulnerable. Se toman tiempo en identificar la posible víctima.
Etapa 2:
Recolectar información. Luego trata de recolectar la mayor cantidad de
información posible acerca de la potencial víctima. Generalmente, esto lo hace
mediante conversaciones casuales con el niño, la niña, sus padres y personas
cercanas.
Etapa 3:
Llenar una necesidad. Luego de obtener la información necesaria, trata de
convertirse en parte de la vida del niño o de la familia, llenando la necesidad
o necesidades que haya identificado. Por ejemplo, si la víctima tiene escasos
recursos económicos, puede comprarle artículos, comida o juguetes. Si necesita
transportación a la escuela o a alguna actividad, ofrece su ayuda. Si la
víctima no tiene muchos amigos, comienza a actuar como su amigo.
Etapa 4:
Ganarse la confianza. Mientras llena las necesidades que identifica, sigue
ganando la confianza, tanto del niño como de la familia, quienes comienzan a
crearse una imagen que no es real, de esta persona, como una de apoyo,
servicial y agradable.
Etapa 5: Aislar al niño. Utiliza la relación especial que ha
desarrollado para crear situaciones en las que pueda estar a solas con el niño.
Este aislamiento, a su vez, refuerza la conexión especial. Lo logra sirviendo
como niñero, ofreciendo tutorías, como entrenador o con viajes de camping o
giras de paseo.
Etapa 6: Disminuir las inhibiciones. Tratará de disminuir las
inhibiciones del niño referente a asuntos de sexualidad. Puede inventar juegos
o actividades donde tengan que quitarse la ropa, o hace comentarios sexuales,
inicia conversaciones de naturaleza sexual, mostrarle al niño imágenes
pornográficas y fotos.
Etapa 7: Sexualizar la Relación. Después de ganar la
confianza y desarrollar una relación de dependencia emocional, el ofensor
comienza a sexualizar la relación paulatinamente. Esta etapa surge directamente
de la anterior (en ocasiones al mismo tiempo), hablando con el niño sobre temas
sexuales o posicionándose cada vez más, en situaciones donde ambos estén
desnudos. Este es el punto donde el ofensor aprovecha la curiosidad natural del
niño y utiliza sentimientos de estimulación para avanzar en la sexualización de
la relación.
Etapa 8: Iniciar el abuso. En esta etapa el ofensor comienza
a abusar sexualmente del niño.
Etapa 9: Mantener el control.Cuando el abuso sexual ya está
ocurriendo, a menudo los ofensores utilizan la secretividad, el temor y la
culpa para mantener al niño participando constantemente y en silencio. El niño
se siente amenazado de ser culpado; piensa que la relación con su agresor puede
terminar y, con ello, los “beneficios” que él asocia con la relación: juguetes,
salidas, regalos. Además, teme la vergüenza, la humillación y el riesgo de que
nadie le crea, lo que a su vez le crea el temor a ser rechazado por otros, al
enterarse de lo que está pasan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario